Muchos compañeros de profesión, amigos, familiares me han preguntado durante mis cuatro años de lectorado en Rennes (Francia) qué es eso de 'Lector'. Ahora, ya terminada mi labor en el departamento de español de la Université de Rennes 2, entre 2011 y 2015, es el momento de dar testimonio de esa experiencia para así ayudar a muchos a aclararse antes de solicitar o aceptar el puesto, o saber lo que se puede o debe tener en cuenta. Son bastantes los compañeros que me han pedido ayuda y hecho preguntas a través del blog y en redes sociales. Ahora y siempre, haya solidaridad entre docentes. Estamos obligados a aprender, a compartir, a echarnos una mano para poder enseñar más y mejor.
¿Qué es ser lector(a) de una lengua?
Hemos de acudir al diccionario del español, el nuevo DILE (DIccionario de la Lengua Española), o antiguo DRAE- como prefieran-, para saber si, en su interior, se incluye como vocablo este puesto centenario en la enseñanza de idiomas, conocido como 'lectorado' (cargo de lector de idiomas). Leemos 'lector(a)' en su acepción cuarta:
En los departamentos universitarios de lenguas modernas, profesor, generalmente extranjero, que enseña y explica en su propia lengua.
Esta figura trabaja, así pues, enseñando su lengua nativa (llamada L1) en la universidad. Esta posición universitaria tiene su tradición en Europa y América al menos. Literatos como Pedro Salinas (La Sorbonne, 1914) y Luis Cernuda (en Toulouse, Glasgow, Cambridge y Londres), además de muchos otros, han ejercido el lectorado que, en otros tiempos, estaba orientado a la enseñanza y explicación literaria. Actualmente, los lectores no son, en su mayoría, ni literatos ni escritores. Veamos qué misión y perfil tiene el lector de idiomas en la universidad.
Ejercí el lectorado en la Universite de Rennes 2, Campus Villejean, en la capital de Bretaña, Rennes (Francia), contratado por el departamento de Lengua, Literatura y Civilización Españolas (LLCER http://www.univ-rennes2.fr/espagnol), el mismo en que mi tía francesa estudió en los setenta español (a quien yo conociera mucho después en París). Ahí mi función fue enseñar las competencias básicas de la lengua española a través de materias como Fonética/Laboratorio, Comprensión y Expresión Oral y Escrita. Es decir, lo que establece el Marco Común Europeo de Referencia (http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cvc_mer.pdf) y en el caso del español el Plan Curricular del Instituto Cervantes (
http://cvc.cervantes.es/Ensenanza/biblioteca_ele/plan_curricular/default.htm) (en otro post contaré los programas, currículos y la organización con la que [no] contamos). Pero no solo trabajé en este departamento, en el que éramos cuatro los hispanohablantes (dos de España y dos de Hispanoamérica). Todos trabajamos para el de Español (LLCER), el de Traducción (LEA, es decir, Langues Étrangères Appliquées) y el UFR Langues Espagnol LANSAD (español como lengua facultativa para todos los grados o 'licences' de Rennes 2). Y a nostros cuatro se nos unía la lectora del departamento de LEA, cuyo perfil es el de traductora y de origen español (al menos es el que tenían las tres lectoras que yo conocí en esos años).
El estatus dentro de la universidad francesa, al menos, es en realidad el puesto a tiempo completo más bajo en remuneración, aunque no en responsabilidad. El decreto que regula su contratación es el N. 87-754 del 14 de septiembre de 1987 (
http://www.legifrance.gouv.fr/affichTexte.do?cidTexte=JORFTEXT000000867627) para la enseñanza de idiomas en la universidad. Modificado en un par de ocasiones, les contaré mi experiencia sin entrar a leer todo el texto.
Como docentes nativos, somos las personas más cercanas o apropiadas para llevar a la clase la realidad de nuestra lengua, nuestra gramática y cultura. Aunque bien es cierto que el profesorado está o suele estar muy preparado en lo que concierne a la literatura, la historia, la gramática, la fonética (puesto que muchos de ellos tienen ancestros hispanohablantes, se han formado en español y/o son completamente bilingües desde nacimiento), el hecho de contratar a nativos supone varias ventajas para el alumnado y el departamento.
Ventajas para los estudiantes de español con un(a) lector(a):
- el docente es joven (suele serlo, no más allá de los 30-35 años), muchas veces recién licenciado o procedente de la experiencia como auxiliar de conversación. El lector insufla una bocanada de aire fresco, seguramente con una metodología comunicativa, o incluso ecléctica, con una formación reciente, y una experiencia mínima (o amplia) en la enseñanza de idiomas.
- el lector conoce o puede conocer mejor los recursos más modernos, actuales, eficaces para la clase de ELE, en este caso. Hay profesores que se formaron en los 80 y 90 que no se han adaptado o evolucionado del mismo modo al siglo XXI. La enseñanza del español en Francia requiere un post exclusivo así como la metodología y la relación sociocultural profesor-alumno en Francia.
- hace pocos años el lector pasó por las aulas, sigue aprendiendo lenguas y transforma su aprendizaje del francés y sus dificultades en trabajo, actividades y resultados más eficaces para sus estudiantes de español.
- los estudiantes ven al lector como lo nuevo, lo diferente, lo auténtico, lo nativo. Puede ser una referencia y motivación para muchos. Hay estudiantes que se animan a preguntar al lector sobre cuestiones culturales, prácticas. Por ejemplo: cómo ir a España o Hispanoamérica a estudiar (ya sea Erasmus o cualquier otro programa); qué destino escoger de vacaciones; qué programas de televisión, periódicos o radios existen. En definitva, el lector o la lectora de idiomas tiene mucho que aportar a los estudiantes. Lo dejo para otro post en el que comparto mis propias ideas y actividades, así como sugerencias para los futuros lectores.
Ventajas para el departamento de español y la universidad:
- claramente, es un puesto que sale barato aunque vale la pena. Luego hablaré del salario.
- el departamento cuenta con nativos que se ocupan de las clases de conversación, pronunciación, expresión, interacción, en lo escrito y en lo oral, mientras- por lo general- los profesores titulares se ocupan de la literatura, la civilización, la traducción, la gramática, etc.
- se pueden organizar actividades culturales fantásticas en español, dentro y fuera del aula: teatro, talleres, club de lectura, cine, café literario, certámenes, radio.
- pueden formar parte de la organización de congresos, jornadas, seminarios, conferencias, exámenes orales.
Podría matizar y añadir, así que queda abierto a posibles modificaciones y a sus sugerencias en los comentarios. Por no hablar de las ventajas e inconvenientes de este puesto. Me lo reservo para otra entrega.
¿Cuántas horas debe hacer por contrato un profesor lector de idiomas?
La carga lectiva por contrato es de 300 horas prácticas (TP) con 100 complementarias de trabajos dirigidos (TD). Una TD equivale a hora y media de TP. Esta cuestión puede resultar confusa ahora pero in situ se entiende calculadora en mano. Traducido al día a día, el curso está dividido en dos semestres. Desde mitad de septiembre hasta el 20 de diciembre, aproximadamente; y desde el 3 de enero hasta mitad de abril, dependiendo del calendario de cada curso, con los exámenes de ratrappage en junio junto a algunas vigilancias de algunos grupos de LEA. Nosotros teníamos unas 200 horas al año, a las que se sumaban las horas que 'sobraban' en el departemento de LANSAD UFR Langues. En conclusión, un semestre se puede trabajar 8 horas y el siguiente 16 horas. Francamente, la media de horas es de unas 11-12, realmente no muchas, permitiendo tener tiempo libre o incluso días libres. En mi caso, la Dirección se comportó muy bien, de modo que iba dos o tres días a trabajar, teniendo tiempo para inscribirme al máster MEEF. Para terminar, el mínimo de horas que hice un semestre fue de cuatro, siendo el siguiente muy cargado, con 25 horas. Eso significa que hay, como se llaman en francés, horas suplementarias, horas extras pagadas como horas 'normales'. Es decir, el emploi du temps varía según las necesidades de los departamentos y las horas ofrecidas como suplementarias, que se repartían entre lectores y maîtres de conférences.
¿Cuál es el perfil requerido para el puesto?
No hay fórmula mágica, así que contaré lo que había hecho hasta que me llamaron, así como otros perfiles interesantes que llegaron a contratar. Hasta agosto de 2011, mes en que me llamaron para incorporarme en septiembre, me había licenciado en Filología Clásica por la Universidad Complutense de Madrid. Tras esto, comencé el doctorado y un máster ELE no oficial (título propio, de calidad, por cierto). Abandoné el doctorado a los pocos meses por dificultades y otros motivos. Me centré en el máster. Los años de facultad fueron muy productivos: presentación grupal en congresos de jóvenes investigadores en España; cursos de inglés en U. K. y viajes por Europa practicando lenguas y abriendo la mente; la fundación de AJIF-UCM, de la que fui presidente un año; asistencia a jornadas académicas en la facultad o en Valencia (congreso de la SEEC); beca de colaboración en la biblioteca de Hispánicas para sacar cuatro duros; beca Intro JAE del CSIC en verano (Diccionario DGE); más cursos de formación y algo más que me dejaré por ahí (para más info, búsqueme en LinkedIn, Fernando Plans). Ese año del máster ELE, fue el del antiguo CAP, hoy máster de Educación. En aquel entonces, en 2007-2008, solo debíamos inscribirnos por algo más de 200 €, asistir a los seminarios tres sábados completos en Educación y Somosaguas, tomar buena nota, leerse los tres libros sobre pedagogía e historia de la educación, pasar el examen tipo test y finalmente realizar las prácticas en un instituto de secundaria con la memoria correspondiente que, una vez evaluada y aprobada, te otorgaba el diploma y capacitación oficial en España como docente. Todo esto requeriría un buen post, la verdad, otro día, quizás. Por otra parte, el máster ELE me permitió conocer de cerca la metodología de la enseñanza del español, su historia, su peso, los métodos, las corrientes, etc. Un recién licenciado en Latín y Griego buscaba un camino alternativo al que tenía muy claro en mente: las oposiciones. No hay máster perfecto, pero aquí conocí a las figuras claves del ELE en España, el Instituto Cervantes, el negocio de las editoriales... Y unas buenas prácticas como parte del máster a los estudiantes del curso de primavera. Fue fabuloso comenzar a sentir la magia del docente. Entonces ese año surgió la oportunidad de marcharme de España, mediante las mal llamadas becas de auxiliares de conversación, concedidas por el Ministerio de Educación de España a diversos países de Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia. En aquel entonces todavía no era un imposible e incluso sobraban algunas plazas, según el país. Mi destino solicitado fue Francia. Mi nivel de francés escrito y hablado se había quedado atascado en el aprendido en el instituto, sobre un nivel A2, diría yo. Y fueron las notas del instituto las que presenté como prueba de mi nivel. Hoy eso no sería suficiente, sino un DELF B1 o B2 como mínimo. Pues terminado el máster recibí mi carta de destino, desde el CIEP, con Angers como mi ciudad otorgada. Ese verano lo dediqué a trabajar en las primeras empresas de ELE que me dieron la oportunidad, la primera y más importante, de trabajar en sus centros o academias privadas en un periodo en que se necesita personal por el aluvión de estudiantes. Trabajé dos semanas con niños en el campamento Enfocamp, en Madrid, de Enforex; después en CEE Idiomas, por la mañana, y en Inhispania, por la tarde, ambas en la Puerta del Sol. Allí me curtí en poco tiempo lo básico antes de irme siete meses a Francia como auxiliar (luego me ampliaron dos meses más cuando había presupuesto). Mi experiencia como auxiliar se puede leer en este post. Tras esta, volví a Inhispania unos meses, obtuve una beca en el Ministerio de Cultura y pasé al Ministerio de Educación como gestor de solicitudes de auxiliares. Bendita llamada aquella en 2010 cuando estaba en paro. De ahí pasé a una bolsa de trabajo como funcionario interino en Madrid llegando a trabajar como profesor de latín, griego, lengua española y cultura clásica en la secundaria pública. Y a otra academia de ELE, donQuijote, que pertenece a Enforex. ¿Qué más pasó? Ah, sí. En esos dos años mi CV llegó a todas o casi todas las universidades de Francia. No logré quedarme como auxiliar, puesto que el puesto es solo un curso (aunque he conocido a compañeros que han estado varios, pero eso en otro post sobre cómo postular en Francia). No hubo suerte aunque quedé cerca (cuarto, segundo puesto, con respuestas eficaces y directas de los departamentos de español). De repente, en poco tiempo, viendo mi inminente paro laboral, me puse a hacer un listado de centros de secundaria, privados y concertados, de Madrid y alrededores. Tuve cinco entrevistas en mes y medio, pero sin ocupar puesto. Demasiado joven, demasiado inexperto, sin mostrar seguridad, quizás. Ese listado un compañero de Valladolid, de Clásicas, me lo pidió, ofreciéndome a cambio el listado de Castilla y León. Postulé y conseguía la plaza de francés y latín en Salamanca un curso. Pero justo antes de firmar, ya pasada la entrevista y preparando el contrato en la consejería de educación, me llaman de Rennes 2. Esa noche tomé la decisión y conseguí una sustituta por Twitter, contactando y movilizando a mis amigos de Clásicas. Y hasta ahí llegó mi perfil. Solo debo añadir que ya tenía el DELF B2, conseguido en el Institut Français de Madrid. Por lo tanto, el interés que pudiera ver o vio en mí el departamento fue el siguiente: licenciado en letras clásicas con máster ELE, experiencia en academias de ELE, un año en Francia como auxiliar, nivel B2 de francés y por algunos otros méritos ya mencionados, es posible.
Otros compañeros, además de haber sido auxiliares (la mayoría ha trabajado como auxiliar, lo cual permite conocer al estudiante francés y el sistema educativo y las dificultades), podían venir de Hispánicas o Traducción (incluso hubo un lector licenciado en Historia y una lectora en Filosofía), con la tesis comenzada (es decir, un doctorando, con o sin beca; no fue mi caso) o incluso doctores. No hay un perfil estricto. Las necesidades del departamento y de la dirección marcan la pauta. Mi experiencia en Francia me dice que muchos lectores son traductores, de Hispánicas o Francesa.
¿Cuántos años se puede ser lector(a)?
Por lo general, los lectores están un año renovable otro más. Es lo más frecuente, aunque depende del país y universidad de destino. En mi caso fueron cuatro años, excepcionalmente, pero recientemente ya se ha eliminado esa posibilidad (solo Rennes 2 ofrecía 2+2 en Francia). En algunos casos pueden ser tres años, como los Lectorados MAEC AECID. Pueden mirar en este mismo blog, bajo la etiqueta #EmpleoELE, convocatorias de lector publicadas en Francia y algún que otro país, en las que constan requisitos, obligaciones, duración, etc.
¿Cuál es el salario de un lector(a)?
Hablar en Francia de salarios es quizás el tema más tabú de todos. Sin duda, si usted lo hace siendo lector(a) en la universidad, se van a sorprender al saber que cobras muy poquito más de 1.200 €. ¿Es suficiente para (sobre)vivir en Francia? Solo para sobrevivir, sí. De ahí que en mi caso aceptara de buen grado las horas suplementarias (por eso y por el reto personal al trabajar en la universidad). Francia establece como sueldo mínimo (sobre 35 horas laborales máximas) casi esos 1.200, y netos. Considero que en el país galo al menos los profesores están mal pagados, o no lo suficientemente. Pero de eso hablaré en otro post. Para terminar, aunque los lectores hiciéramos más horas de lo exigido en el contrato, solo en la nómina de julio veíamos esa cantidad, de modo que cada mes era una cuesta de enero constante.
¿Cómo, cuándo y adónde debo enviar mi CV para optar a este puesto?
En el caso de Francia, depende de si tu universiad posee convenio o intercambio de lectores. Un ejemplo, la Universidad de Santiago de Compostela recibía un lector de francés y ésta uno de español. En mi caso, fue una candidatura espontánea, es decir, individual. Desconocía si mi universidad tenía un convenio así. Es importante saber esto. Por ejemplo, la de Valladolid guarda algún convenio con la de Nantes. Por otra parte, y para el resto de países, la convocatoria más conocida y esperada son los Lectorados MAEC AECID, a diversos países de África y Asia, fundamentalmente (es la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo), aunque se hallan destinos tan atractivos como Canadá, Estados Unidos, Australia y varios países de Europa. Duración máxima: 3 años. Véanse las convocatorias anteriores para más info. Otra manera muy conocida es el lectorado de las becas Fullbright.
¿Cuándo? Yo estuve más de dos años postulando para lector en Francia, en meses diferentes, pues cada universidad hace su selección cuando lo considera mejor (Toulouse Le Mirail es de las primeras y la que cuenta con más plazas de lector). Otras universiadades lo dejan para junio. Dependerá de la dirección, reuniones, etc. Lo que sí aseguro es que tener el mejor CV no garantiza el puesto.
¿Qué envío? Evidentemente tu curriculum completo. A mí siempre me fue bien con el Europass, pero muchos prefieren crear el suyo en dos páginas. Es algo muy personal. ¿En francés o español? Creo que lo envié en ambas lenguas. ¿Carta de motivación? Claro. Eso puede marcar la diferencia. Aunque así se sigue trabajando para seleccionar al personal, una idea muy buena es hacerse uno su propio videocurrículum o bien una infografía con tus méritos (recomiendo Piktochart).
Si está pensando postularte como Lector(a) en Francia para el próximo curso, deja un comentario. Haz preguntas, sugerencias o crítica para hacer de cada post un artículo mejor. Puedes seguirme en mi página de Facebook 'Hispanalia. Un español desde Puerto Rico', en Twitter @hispanalia @fernandoplans e Instagram @hispanalia @profesorplans.